ANILLANDO EN BERROCAL (15/08/22)
Por: José Alcaide
En todo el medio del mes de agosto, aprovechando el color rojo del almanaque, fuimos a probar suerte y desplegar un par de redes a un emplazamiento nuevo, en el entorno de Berrocal: una pequeña ribera en la que unas semanas antes, habíamos localizado a una colonia en plena actividad.
Esa mañana, mejor dicho, esa noche, nos levantamos nerviosos, pero esperanzados, confiados. ¡Íbamos a “bimbar” seguro! ¡Nada podía fallar!
¿Nuestra “especie-diana”?: El avión roquero (Ptyonoprogne rupestris).
Cualquiera que haya ido a anillar (o a fotografiar o, sencillamente a observar) a una especie concreta, y se haya vuelto a casa sin ella, sabe lo frustrante que es eso.
Pero… C´est la vie!
En este oficio, unas veces se gana y otras se pierde. De ahí que siempre exista ese puntito de incertidumbre, de emoción.
Para contrarrestar el fiasco, en una de las visitas a las redes nos encontramos con una invitada inesperada: La curruca mirlona (Sylvia hortensis), la mayor de nuestras currucas. Toda una sorpresa, ya que nunca antes la habíamos observado por la zona.
Acompañando a ésta: petirrojos (E. rubecula); carbonero c. (P. major); c. capirotada (S. atricapilla); c. cabecinegras (S. melanocephala) y c. carrasqueña (S. cantillans).
Marcador final: Roqueros 1 - 0 Anilladores
Ahí compartimos algunas fotos de la jornada:
Fotografías: Mariló.
Participantes: Mariló y Jose.